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INTERÉS PROFESIONAL

De la organización y el desarrollo comunitario al desarrollo local y social.
Las recomposiciones del Trabajo Socia

Sin embargo, no hay que olvidar el trasfondo colonial del desarrollo comunitario: las
primeras formulaciones emanan de la mano de organismos internacionales como Na-
ciones Unidas y se implementan en el marco de las agencias nacionales de desarrollo
en países colonizados.

Pese a todo ello, algunos/as autores/as también han tratado de establecer una cierta con-
tinuidad entre el desarrollo comunitario y el desarrollo local. De manera que, por ejemplo,
Doucet y Favreau (1991), sostienen que el desarrollo comunitario aparece muy cercano al
desarrollo local. Para ambos el desarrollo comunitario tiene como base principal el territo-
rio, pues es una estrategia que trata de poner en marcha un trabajo dentro de poblaciones
que comparten un mismo espacio geográfico. Un territorio en el que se comparte un modo
de vida y en el que existe un sentimiento de pertenencia, así como una voluntad de actuar
colectivamente para resolver los problemas (1991, p. 79).

Adicionalmente, en su desplazamiento del desarrollo comunitario, el desarrollo local,
que ha sido impulsado sobre todo por economistas y geógrafos, ha supuesto también
la aparición de nuevos perfiles profesionales (los agentes de desarrollo local) que, en
ocasiones, entran en competencia con el campo profesional del Trabajo Social.

Siguiendo con este recorrido, las continuas transformaciones políticas también han
inducido a la aparición de nuevos modelos como el desarrollo social que, a su vez, ha
restado protagonismo al desarrollo local. El desarrollo social adquiere carta de deno-
minación en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social, celebrada en Copenhague
en marzo de 1995 a iniciativa de las Naciones Unidas. Como resultado de los trabajos
de la Cumbre, en su documento final se reivindica “un desarrollo social equitativo que
reconozca que los pobres deben tener el poder necesario para utilizar de modo sos-
tenible los recursos ambientales es el fundamento necesario del desarrollo sostenible”.
Y se reconoce que “para sostener el desarrollo social y la justicia social, es necesario
un crecimiento económico de amplia base y sostenido, en el contexto del desarrollo
sostenible”. El desarrollo social se plantea pues de forma complementaria al desarrollo
económico y se asocia a la atención de las necesidades materiales y espirituales, el
apoyo a la democracia y un buen gobierno y una administración transparente, la justi-
cia social, la igualdad entre hombres y mujeres y el respeto a los derechos humanos y
las libertades fundamentales, siendo responsabilidad de los gobiernos y de la sociedad
civil.

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (IFSW) incorporó en el año 2000
el concepto de desarrollo social en su propia definición del Trabajo Social, que sostie-
ne que éste “es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que
promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la
liberación de las personas (…). Se basa en las evaluaciones e intervenciones biopsico-

TRABAJO SOCIAL HOY 3. Cuatr. 2021, n.º 94 [89-105] ISSN 1134-0991 97
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