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INTERÉS PROFESIONAL
M.ª Jesús Berlanga Adell | Joan Lacomba Vázquez
93). Brake apunta que, en paralelo con la evolución social de los últimos años, el Trabajo
Social Comunitario “ya no se distingue tanto por tomar partido principalmente a favor
de grupos desfavorecidos, o por la gestión de conflictos como estrategia básica; hoy se
caracteriza más bien por una visión unitaria, que comprende el desarrollo de una región
como un todo. En lugar de un enfoque político del conflicto, surge otro principio operativo,
que no es menos político: evitar la exclusión social que puede afectar a un barrio estigma-
tizado en general, pero también a grupos sociales que viven en él” (2009, p. 98).
Las formulaciones más recientes en torno al Trabajo Social Comunitario inciden en
la noción de ciudadanía y en la participación social o en el empowerment. Por ejem-
plo, Tomás Fernández y Antonio López, sitúan la finalidad principal del Trabajo Social
comunitario en “afrontar los desafíos que para la inclusión social demandan una res-
puesta colectiva de la ciudadanía” (2008, p. 15), y lo definen como “una disciplina del
Trabajo Social que parte de los valores de la ciudadanía democrática, se basa en la
metodología científica, aborda problemas que demandan una respuesta colectiva, se
aplica a través de un proceso de diagnóstico, planificación, organización, desarrollo y
evaluación y conlleva un proceso de enriquecimiento (empowerment) personal y co-
munitario”, mediante la capacitación de la personas y los grupo para actuar comunita-
riamente y la dinamización y organización de las propias comunidades (2008, p. 17).
Enrique Pastor y Raquel Torralba vinculan también el Trabajo Social Comunitario a lo
que ellos denominan el “empowerment comunitario”. De acuerdo con ellos, este se
centraría en “reconocer y potenciar el conocimiento social propio y autóctono/autó-
nomo de las organizaciones sociales y, al mismo tiempo, transferir los conocimientos
formales a las personas, los grupos y las organizaciones comunitarias para que éstas
adquieran las capacidades y habilidades necesarias para impulsar el cambio por ellas
definidas (…), posibilitando que las organizaciones y comunidades adopten el papel
de liderazgo del cambio social que verdaderamente les corresponde y que ningún/a
técnico/a debe apropiarse” (2015, p. 15).
El Trabajo Social Comunitario trata pues de afianzar y redefinir su espacio, aun cuando
para ello tenga que adaptar su lenguaje a las nuevas corrientes del empowerment, otro
préstamo que también suscita razonables dudas en torno a su origen y usos (Pinto, 2012).
4. Y AHORA LA INNOVACIÓN SOCIAL
Probablemente, la más reciente incorporación al Trabajo Social haya sido el término in-
novación social (Raya, 2017). Procedente de las ciencias de la gestión y la organización
empresarial de finales de los años noventa, hace referencia originalmente a la necesidad de
transformación de las organizaciones con el fin de aumentar su eficacia (Dandurand, 2005).
100 TRABAJO SOCIAL HOY 3. Cuatr. 2021, n.º 94 [89-105] ISSN 1134-0991
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