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Articulado




          al. (2015) han diferenciado entre ofensores de niños, ofensores   Distinguiendo también entre adolescentes abusadores de me-
          de iguales o adultos en solitario y ofensores de iguales o adultos   nores y agresores sexuales de iguales o adultos, y comparando
          en grupo, y en el estudio de Parks y Bard (2006), entre ofenso-  con un tercer grupo de adolescentes con otras conductas de-
          res de niños, ofensores de iguales o adultos y ofensores tanto   lictivas violentas, van der Put y Asscher (2015), analizaron el
          de menores como de iguales y adultos, siendo los resultados no   papel de los factores esta vez de protección. Por un lado, los
          concluyentes. Sin embargo, Kemper y Kistner (2007) compa-  resultados eran congruentes con los que señalaban Seto y La-
          rando los mismos grupos que establecieron Parks y Bard (2006),   lumière (2010), ya que los adolescentes que ejercían violencia
          comprobaron que el grupo de jóvenes ofensores con víctimas   sexual hacia niños presentaban menos historial delictivo, pro-
          tanto menores como iguales y adultas, difería de los otros dos   blemas de conductas, abuso de sustancias, actitudes y creencias
          grupos al tener un historial de mayor numeno de agresiones/  antisociales, amistad con otros menores delincuentes y perso-
          abusos cometidos, mayor variedad de víctimas respecto al géne-  nalidad antisocial, que los adolescentes que ejerecían violencia
          ro o la relación con la misma, un mayor grado de severidad en   sexual hacia iguales o adultos. Como conclusión los investi-
          sus agresiones y menos éxito en el tratamiento. Estos resultados   gadores defienden que los factores de protección parecen ser
          sugieren que el grupo mixto no presenta una mayor desviación   especialmente importantes para los jóvenes con antecedentes
          comportamental en general, pero sí de sus conductas sexuales   de delitos sexuales por dos razones. En primer lugar, porque
          respecto a los ofensores sólo de menores o sólo de iguales y   el impacto de la mayoría de los factores de protección en la
          adultos.                                              reincidencia fue mayor entre los jóvenes con antecedentes de
                                                                delitos sexuales que entre aquellos con antecedentes de delitos
          En el estudio elaborado recientemente por Joyal, Carpen-  violentos. Y en segundo lugar, porque los factores de protec-
          tier y Martin (2016), se confirma el papel determinante de   ción unidos a los de riesgo incrementan la exactitud con la que
          la edad de la víctima y tipo de relación víctima-ofensor para   se puede predecir la reincidencia en los menores que ejercen
          establecer distintos perfiles de adolescentes ofensores sexua-  violencia sexual pero no en aquellos que ejercen otras formas
          les, uno más tipo delictivo o antosicial, otro determinado por   de violencia.
          incompetencia social, y otro definido por la desviación sexual.
          Teniendo como muestra a 315 adolescentes ofensores sexua-  Un intento de clasificación de los adolescentes ofensores
          les se comprobó con rotundidad que el abuso sexual hacia los   sexuales teniendo como criterio distintos perfiles de persona-
          niños estaba fuertemente relacionada con déficits de habilida-  lidad, es el desarrollado por Oxman y Vess (2006). Estos in-
          des sociales, y que la violencia sexual hacia iguales estaba más   vestigadores, a través de un análisis de cluster de los resultados
          estrechamente asociada con rasgos antisociales, como ocurre   obtenidos en un invetario de personalidad (MACI), identifi-
          con la delincuencia en general, lo cual señalaba la importancia   caron tres tipología distintas de ofensores sexuales: un subtipo
          de estudiar también por separado al grupo que ejerce violen-  hostil y agresivo, otro autodespreciativo y de carácter más in-
          cia sexual tanto contra menores como contra iguales. También   ternalista, y un tercero con pocas elevaciones clínicas, es decir
          se comprobó que los que ejercían violencia sexual contra me-  menos patológico. El primer grupo, podría responder, según
          nores de su familia tenían significativamente más anteceden-  los autores a unas tendencias antisociales, siendo la violencia
          tes de haber sufrido violencia sexual en su infancia que los   sexual una forma de expresar la hostilidad hacia los demás. El
          ofensores de víctimas extrafamiliares. Además los que ejercían   grupo de carácter más introvertido, sería el que presenta más
          violencia sexual hacia sus hermanos, habían cometido actos   dificultades en la relaciones interpersonales y mayor inseguri-
          de mayor gravedad que los que los cometían hacia menores   dad. El tercer grupo, el de puntuaciones más normativas, apo-
          de fuera de su familia y que los que los ejercían sobre iguales   yaría la hipótesis de que algunos adolescentes cometen vio-
          extrafamiliares. Esto podría explicarse por la facilitación que   lencia sexual por curiosidad o confusión más que por factores
          el vínculo aporta para estar en más ocasiones y durante más   antisociales o psicopatológicos. Cullen (2011) también estudió
          tiempo a solas con la víctima para poder cometer la violen-  tipologías de personalidad de ofensores sexuales adolescentes,
          cia sexual. Sin embargo entre los tres subgrupos de menores   utilizando una muestra de 83 menores. Empleando también
          ofensores sexuales no se identificaron diferencias respecto a   un análisis de clúster de las puntuaciones en el MACI, se es-
          fantasías sexuales desviadas.                         tablecieron 4 subgrupos distintos de ofensores: Sumiso/ansio-
                                                                so, antisocial/delictivo, baja socialización/aislados y alterados/
          También este año se ha publicado el estudio desarrollado por   oposicionistas. Estos estudios señalan la necesidad de estable-
          Leroux, Pullman, Motayne y Seto (2016), donde se han es-  cer programas adaptados a cada tipo de ofensores adolescentes
          tudiado 162 menores con entre 12 y 17 años que habían co-  y no uno generalista.
          metido violencia sexual hacia niños o hacia iguales y adultos.
          Se analizaron los factores que habían resultado significativos   Otra metodología de estudio empleada para analizar esta po-
          en el estudio meta-analítico de Seto y Lalumiere (2010): an-  blación es la de las investigaciones longitudinales, donde se
          tecedentes de abuso sexual en la infancia, intereses sexuales   hace un análisis de las trayectorias de estos adolescentes. De
          atípicos, experiencia sexual, competencia social, antecedentes   este modo se intentan establecer diferencias o no entre me-
          psiquiátricos y factores de delincuencia generales (anteceden-  nores que ejercen violencia sexual y los que ejercen otras for-
          tes penales, historial de abuso de sustancias y características   mas de violencia, y por otro lado desarrollar una clasificacion
          de delito). Los resultados apoyan la utilidad de emplear el cri-  de los menores ofensores sexuales según la evolución de su
          terio de edad de la víctima, para establecer distintos perfiles   trayectoria de reincidencia o no a lo largo de su vida. Em-
          de menores ofensores sexuales ya que los dos grupos diferían   pleando esta metodología van Wijk, et al. (2007), investigaron
          significativamente en 5 de los 6 factores analizados, siendo la   longitudinalmente los perfiles de menores ofensores sexuales
          excepción las variables referidas a la competencia social.  y menores que ejercían otras formas de violencia. Los resulta-

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