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Investigación empírica
Respecto a los sujetos acosadores, el cumplimiento de las hi- Referencias bibliográficas
pótesis es mayor, al obtener un estatus de rechazos más eleva-
BLANCHARD, G.M. y MUZÁS, R.E. (2007). Acoso escolar. Desarrollo,
do que la muestra de control, tanto en el criterio lúdico como prevención y herramientas de trabajo. Materiales 12-16 para la educación
en el de trabajo; o de igual manera con el percepción acertada secundaria. Madrid: Narcea.
de rechazos o con la antipatía. Por lo que se refiere al grupo de BOULTON, M.J. y UNDERWOOD, K. (1992). Bully victim problems
among middle school-children. British Journal of Educational Psychology,
acosados, también se confirman varias de las hipótesis, si bien
62, 73-87.
en tres ocasiones esta confirmación sólo se produce para uno
CLEMENTE, M. (1992). Psicología Social: Métodos y Técnicas de
de los criterios, el de trabajo (se trata de los resultados de esta- Investigación. Madrid: Eudema.
tus de rechazos, percepción acertada de rechazos, y antipatía). DEFENSOR DEL PUEBLO (2000). El acoso escolar en España. Madrid:
Defensor del Pueblo.
Resulta extremadamente curioso cómo los sujetos del grupo de EGAN, L.A. y TODOROV, N. (2009). Forgiveness as a coping strategy to
allow school students to deal with the effects of being bullied: theoretical
control puntúan más en indiferencia social y en distancia social
and empirical discussion. Journal of Social and Clinical Psychology, 28 (2),
que los sujetos acosadores. Como la información de estudios pre-
198-222.
vios es muy escasa, y hemos de limitarnos a realizar una compa- HAYNIE, D.L.; NANSEL, T.; EITEL, P.; CRUMP, A.D.; SAYLOR, K.;
ración fundamentalmente con los resultados obtenidos por Salo- YU, K. y SIMONS-MORTON, B. (2001). Bullies, victims, and bully/
mivalli, Lagerspetz, Bjorkqvist, Osterman y Kaukiainen (1996), victims: distinct groups of at-risk youth. Journal of Early Adolescence, 21
(1), 29-49.
no sería posible obtener una explicación al respecto, salvo que
NANSEL, T.R.; OVERPECK, M.; PILLA, R.S.; RUAN, W.J.; SIMONS-
se baraje la hipótesis que ya se enumeró, de que tanto los acosa-
MORTON, B. & SCHEIDT, P. (2001). Bullying behaviors among US
dores como los acosados suponen la existencia de un problemas youth. Prevalence and association with psychosocial adjustment. Jama:
dentro del grupo, por lo que la gran mayoría rechaza la existen- Journal of the American Medical Association, 285 (16), 2094-2100.
cia de ambos colectivos, sin distinguir que nos son causantes del OLWEUS, D. (1978). Agression in the Schools: Bullies and Whipping
Boys. Washington: Hemisphere.
problema, y otros lo sufren. Esta explicación es concordante con
— (1991). Bully/Victim Problems Among School Children: Basic Facts
que los sujetos acosadores se caractericen por ser más rechazados
and Effects of a School Based Intervention Programme. En D. Pepler y
tanto en el criterio lúdico como en el de trabajo. K. Rubin (Eds.), The Development and Treatment of Childhood Aggression.
Hillsdale: Erlbaum.
Por lo tanto, y de manera resumida, podemos efectuar una se- — (1997a). Bully/Victim Problems in School: Knowledge Base and an
Effective Intervention Program. Irish Journal of Psychology, 18 (2), 170-190.
rie de conclusiones:
— (1997b). Tackling Peer Victimization with a School Based Intervention
Program. En D.P. FRY y K. BJOERKQVIST (Eds.), Cultural Variation
• Se puede identificar un perfil de acosador en el aula, y este in Conflict Resolution: Alternatives to Violence (215-231). Londres:
perfil implica que el grupo valora negativamente a los que Rouledge.
se identifican con tal papel. Contrariamente a lo indicado — (1999): “Sweden”. En P. K. Smith; J. Morita; J. Junger-Tas; D. Olweus;
en otros trabajos, en los que se afirma que ser acosador R. Catalano y P. Slee (Eds.), The Nature of School Bullying: A Cross
National Perspective (7-27). London, Routledge.
provee de prestigio social al que acosa, esta investigación
OLWEUS, D.; MATTSSON, A.; SCHALLING, D., y LOW, H. (1988):
demuestra que los acosadores puntúan más negativamente
Circulating Testosterone Levels and Aggression in Adolescent Males: A
para el grupo en todos los índices que signifiquen prestigio Causal Analysis. Psychosomatic Medicine, 50 (3), May-June.
o aprecio social, y más positivamente en aquellos que im- ORTEGA, R. (1994). Violencia interpersonal en los centros educativos de
plican aspectos negativos. enseñanza secundaria. Un estudio sobre el maltrato e intimidación entre
compañeros. Revista de Educación, 304, 253-280.
PELLEGRINI, A.D; BARTINI, M. y BROOKS, F. (1999). School
• También se puede identificar un perfil de persona acosa-
bullies, victims, and aggressive victims: factors relating to group
da, si bien mucho menos definido. El sujeto acosado se affiliation and victimization in early adolescence. Journal of Educational
cree mucho más diferente de lo que realmente el grupo le Psychology, 91 (2), 216-224.
considera, por lo que se distancia y margina del grupo al PYNOOS, R.S. y NADER, K (1988). Psychological first aid and treatment
approach to children exposed to community violence: Research
sentirse agredido, sin que le grupo le rechace como tal.
implications. Journal of Traumatic Stress, 1, 445-473.
RIGBY, K. y SLEE, P.T. (1996). Bullying among australian school
• El test sociométrico se puede considerar un criterio válido children reported behavior and attitudes toward victims. Journal of Social
para la detección del acoso en el aula. Se puede establecer Psychology, 131 (5), 615-627.
que la determinación de tres índices: el estatus de eleccio- SALMIVALLI, C.; LAGERSPETZ, K.; BJORKQVIST, K.;
OSTERMAN, K. y KAUKIAINEN, A. (1996). Bullying as a group
nes, la antipatía y el estatus sociométrico, permiten iden-
process: participant roles and their relations to social status within the
tificar si un sujeto es acosador dentro de un aula, indepen-
group. Aggressive Behavior, 22 (1), 1-15.
dientemente del criterio que se utilice para determinarlo. SANTALAHTI, P.; SOURANDER, A. y JORMA, P. (2008).
Y que la determinación del estatus de rechazos y en menor Victimization and bullying among 8-year-old Finnish children: a 10-year
medida la impresión de elecciones son factores clave para comparison of rates. European child & adolescent psychiatry, 17 (8), 463-72.
la determinación de si un sujeto está siendo acosado. SHARP, S. y SMITH, P. K. (1994). Tackling Bullying in your School.
Londres: Routledge.
SMITH, P. K. y SHARP, S. (1994): School Bullying. Insights and
El presente trabajo abre una vía de investigación que permite
Perspectives. Londres: Routledge.
concebir el acoso como un fenómeno grupal, y por lo tanto SUTTON, J.; SMITH, P.K. y SWETTENHAM, J. (1999). Social
detectable y diagnosticable desde un planteamiento grupal, y cognition and bullying: social inadequacy or skilled manipulation? British
no sólo individual. Futuras investigaciones deberán verificar la Journal of Developmental Psychology, 17, 435-450.
WHITNEY, I. y SMITH, P.K. (1993). A survey of the nature and extend
posible concordancia entre criterios diagnósticos individuales
of bullying in junior middle and secondary schools. Educational Research,
y grupales, así como en la verificación de los hallazgos aquí
35 (1), 3-25.
comentados en otras edades.
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