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Entrevista
ción jurídica del menor” en la vida real incluye ambos tipos de El sistema y los recursos de protección infantil están pensados
situaciones. En realidad, se trata de los mismos niños y niñas, para proteger a los menores que no tienen cubiertas sus necesi-
muchos de los cuales han sufrido daños emocionales muy se- dades en su familia y que son víctimas de maltrato o desatención
veros por los que ha habido (o hubiera habido) que protegerles por parte de sus padres. Cuando la desatención o maltrato son
y que, pasado el tiempo, pasan a ser considerados de “reforma” graves y las necesidades básicas no están cubiertas se les separa
lo que no quita para que deban seguir siendo protegidos, inde- (en principio de manera temporal) de su familia y se les propor-
pendientemente de que ya haga falta que la sociedad se proteja ciona otro contexto en el que vivir. La legislación española es
de sus comportamientos. clarísima y señala que se debe procurar al niño/a la integración
en una familia alternativa y si es posible el retorno a su familia
¿Podría señalarnos cuál es la situación en nuestro país de origen una vez resueltos los problemas que pudiera haber.
sobre el maltrato infantil? ¿Hasta donde alcanza?
En España sigue predominando el acogimiento residencial
Igual que hace muchos años, sigue siendo muy difícil dar ci- sobre el familiar, de una forma que no se corresponde con lo
fras sobre los niños y niñas que sufren situaciones de maltrato que ocurre en otros países europeos. Tenemos invertidos los
infantil. Es evidente que son muchos, que probablemente son porcentajes con respecto al Reino Unido: España 70% de aco-
los mismos que había hace 10 o 20 años, y que una parte im- gimiento residenciales por 30% de acogimientos familiares,
portante de ellos no son conocidos. No obstante, sería necesa- Reino Unido, a la inversa. El acogimiento familiar es el mejor
rio hacer algunas precisiones: recurso para cubrir las necesidades esenciales de la inmensa
mayoría de los menores que deben ser separados. El acogi-
• Los casos de maltrato físico constituyen menos del 10% de miento residencial tiene muchas dificultades para hacerlo y en
todos los casos algunos casos es imposible que lo puedan alcanzar.
• Los casos de negligencia física y educativa son los mayori- Si “sacamos” a un menor de su domicilio y le separamos de
tarios de entre los detectados y pueden alcanzar casi los dos su familia porque no se cubren allí sus necesidades básicas,
tercios del total tendríamos que tener la garantía de que en el recurso al que
se le lleva estén cubiertas dichas necesidades de manera total.
• Hay muy pocos casos detectados de maltrato y negligencia Incluso, dado el daño que sufre el niño/a por lo ya vivido se
emocional y la mayoría de los que tienen esta “etiqueta” en debe tener la garantía de que todos los medios existentes ga-
los Servicios Sociales han sido detectados previamente por rantizan su bienestar. El sistema de recursos de acogimiento
haberse detectado episodios de maltrato físico. residencial no puede en la actualidad garantizar la cobertura
de necesidades básicas de los menores.
• Los casos de abuso sexual que están registrados en los Ser-
vicios de Protección Infantil siguen siendo muy pocos des- Se ha solido hablar de que pudieran haber malos tratos o agre-
de el punto de vista porcentual (menos del 5% de todos los siones entre los niños/as que residen en los centros de protec-
casos registrados en el sistema de protección infantil) ción. Las puede haber y de hecho las hay a pesar de que los pro-
fesionales hagan todo lo que esté en su mano para evitarlas.
Sin embargo, se sigue sabiendo (gracias al trabajo promovido
por el entonces denominado Ministerio de Asuntos Sociales Pero lo más relevante, a mi juicio, es señalar que el recurso del
y llevado a cabo por Félix López y su equipo en la primera acogimiento residencial no puede, aunque lo intente, (como
mitad de los años noventa y por otros trabajos más actuales) las peras y el olmo), dar lo que no puede dar. Sólo un ejemplo
que cerca de un 3% de las mujeres han sido víctimas de abu- conocido por todos los que trabajan en este ámbito: piensen
so sexual por parte de un miembro de su familia y una de quienes lean este texto en la rotación de profesionales en los
cada 200 mujeres lo ha sido por parte de su padre (biológico hogares en los que viven menores en protección y la cobertura
o adoptivo). En el caso del maltrato físico, si se hacen estu- de necesidades emocionales básicas o en lo que se parece eso a
dios retrospectivos parece que cerca de un 10% de las personas una familia. Y piensen en que ustedes fueran niños o niñas de
en España informan que han recibido castigos físicos severos 6 años a quienes les han sacado de su casa porque sus padres
que han producido algún tipo de daño físico aunque éste sea no les trataban de manera adecuada.
leve. Estas cifras siguen haciendo pensar que muchas de es-
tas situaciones no llegan a los sistemas de protección infantil. La violencia se aprende también en los momentos de
Sin embargo, es necesario decir también que la capacidad de ocio. ¿Qué papel tienen los medios de comunicación en
detección de los servicios de protección infantil es claramente la aparición y desarrollo de las conductas violentas?
mayor y mejor que hace 10 o 20 años.
No soy especialista en esta cuestión y me cuesta opinar de ello
Además de en la familia, el maltrato puede desarrollarse más allá de lo que me dicta el sentido común. Siempre ha
en otros entornos educativos, incluso en las institucio- habido mucha polémica sobre la influencia de la violencia ex-
nes que se dedican a protegerles, como los centros de puesta en los medios y las cosas no están claras.
protección o de reforma. ¿Podría aclararnos si hay pla-
nes de seguimiento e intervención para estos casos? Yo creo que en estos momentos los niños y niñas tienen mu-
cho más acceso a la violencia en los videojuegos que en la tele-
Yo creo que éste es un tema de extraordinaria importancia y al visión. Aunque quizá no sea correcto decirlo me parece curiosa
que es necesario dedicarle la atención necesaria. la preocupación para que los menores no vean en televisión
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