Page 30 - infancia_juventud_y_ley-3
P. 30
Investigación empírica
Se ha analizado también la relación entre exposición tempra- die (1999) estima el tiempo de lectura diaria en 45 minutos,
na a la televisión y estilo de interacción parental (Barr, Zack, muy superior a la del estudio anterior. Parece que la clave está
García y Muentener, 2008). O si el mayor o menor tiempo en si los programas televisivos son de tipo educativo o no, de
de visionado televisivo afecta al tiempo de juego de los niños forma que los primeros suelen promover más la lectura (Ball
(Masur y Flynn, 2009). O determinar la relación entre consu- y Bogatz, 1973; Huston y Wright, 1998). Pero al margen de
mo y las relaciones sociales y afectivas de los niños (Sevillano esta relación, parece comprobarse que a mayor visionado de
y Perlado, 2005). televisión, menor rendimiento académico (Beentjies y Van der
Voort, 1995). Quizá la clave explicativa es que la rapidez del
Un trabajo diferente ha sido el de Thompson y Christakis cambio de las escenas implica la existencia de poco tiempo
(2007), que relaciona el estrés materno como el grado de vi- para procesar la información recibida, por lo que los niños que
sionado de la televisión de niños de 3 años. Los resultados ven más televisión desarrollan una menor capacidad de con-
indicaron que los niños con madres que no presentaban estrés centración lectora (Greenfield). El trabajo de Ytzkoff (1993;
ven considerablemente menos televisión al día. en Del Río, Alvarez y Del Río, 2004) afirma que los niños que
ven mucha televisión inician un camino hacia la reducción de
Y si bien excede a nuestro interés, el sobrepeso ha sido otro de la lectura, y no sólo leen menos, sino que lo poco que leen lo
los aspectos relacionados con el visionado (Hawkins y Law, comprenden peor.
2006).
Tras esta revisión de la literatura se puede observar cómo exis-
No queremos referirnos en esta revisión teórica únicamente te una laguna en la investigación, que se ha pretendido abordar
a los aspectos negativos asociados al excesivo consumo tele- en este trabajo. Se trata de hasta qué punto el mayor o menor
visivo. Algunas investigaciones han demostrado justamente visionado de televisión puede influir en cómo son las relacio-
lo contrario, cómo el excesivo consumo de televisión se aso- nes sociales entre los niños de educación primaria. Se trata de
cia con elementos positivos. Así, por ejemplo, el estudio de una cuestión sencilla y básica, que puede ofrecer datos para ex-
Carrero (2008), así como el de Christakis (2009), enfatizan plicar y justificar una cuestión posterior, la agresión y violencia
cómo los espacios de noticias creados especialmente para po- dentro del contexto escolar. Dado que existe un instrumento
blaciones infantiles son muy beneficiosos para la adquisición capaz de detectar cómo son las relaciones sociales dentro de
de conocimientos sobre el funcionamiento de la sociedad en un pequeño grupo (por ejemplo un aula escolar) se pensó que
los menores. efectivamente el número de horas de visionado televisivo im-
plicaría la posesión de un perfil de relaciones sociales diferen-
Desde el punto de vista de los contenidos, parece que el con- te. Y dado que la televisión crea una cultura, es un elemento
sumo televisivo de noticias correlaciona positivamente con el que socializa a los menores (y a los adultos), se estima que
rendimiento educativo (Del Río, Alvarez y Del Río, 2004). los sujetos que visionaran muy pocas horas de televisión por
Sin embargo, el consumo de dibujos animados y de deportes término medio al día, así como los que visionaran un tiempo
implica el efecto contrario (Wright y Huston, 1995). Estos excesivo, poseerían perfiles de interacción que expresara un re-
últimos autores sugieren que parece producirse un desplaza- chazo hacia ellos por parte de los demás miembros del grupo
miento selectivo: en los caso de los niños que por su entorno (serían sujetos desviados, en cuanto que no compartirían ni
familiar, escolar y de relaciones sociales poseen un buen pro- vivencias ni un lenguaje común). Por otra parte, se encontrará
grama de desarrollo, la adicción al consumo televisivo se pierde, una mayor integración en el grupo, en este caso en el aula, en
“desplazado” por la televisión. Pero si los menores poseen un aquellos sujetos que visionen la televisión una media de ho-
entorno pobre de desarrollo, el impacto del consumo televisivo ras concordante con lo habitual. Así, este estudio es novedoso
no es negativo, e incluso es ligeramente positivo. Concluyen porque al contrario de casi todos los trabajos ya citados, da
Huston y Wright (1998) que los programas educativos bien por hecho que la televisión es parte de nuestras vidas, y por lo
diseñados pueden enseñar y contribuir a una gran cantidad de tanto una baja tasa de visionado supondrá una marginación
habilidades académicas, transmitir conocimientos, promover grupal; y espera, como los estudios comentados, que una alta
actitudes, creencias y comportamientos sociales positivos, fo- tasa de visionado implicará también una marginación grupal
mentar el interés por la lectura, etc. Un buen ejemplo de ello mayor.
es el famoso programa “Barrio Sésamo”; el trabajo de Ander-
son, Huston, Schmitt, Linebarger y Wright (2001) confirma
método
una relación positiva entre la exposición a dicho programa y
las puntuaciones en lengua, ciencia y matemáticas obtenidas
posteriormente en educación secundaria y en la universidad, Participantes: se contactaron 45 sujetos, estudiantes de dos au-
obteniéndose una correlación negativa en el caso de aquellos las de 5º de Primaria, y por lo tanto de edades comprendidas
niños que no vieron programas educativos. entre los 11 y 12 años. En total la muestra se compuso de 20
niñas y 25 niños. Se utilizó un solo centro educativo, público,
Otra de las variables que se han estudiado en relación al consu- de una zona rural. La muestra fue no probabilística, de tipo
mo de televisión es la lectura. Un estudio longitudinal realiza- incidental.
do con 25.000 estudiantes de octavo curso de Estados Unidos
(U.S. Department of Education, 1990) mostró que los niños Variables: Se consideró como variable independiente el núme-
visionaban televisión 21,2 horas a la semana, y dedicaban 1,8 ro de horas de visionado televisivo por término medio, medido
a la lectura (incluyendo el trabajo con textos escolares). Más mediante informe subjetivo de los padres de los participantes
recientemente, el trabajo de Roberts, Foehr, Rideout y Bro- (no de ellos mismos, para evitar una percepción errónea de
30 Infancia, Juventud y Ley