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Investigación empírica




           tivación de la conducta moral. Tanto la interpretación cog-  estudios en los que se obtienen correlaciones positivas entre
           nitiva de una situación como injusta así como una respuesta   el razonamiento moral y aspectos afectivos como la empatía.
           empática ante el sufrimiento ajeno pueden generar una moti-  Estos resultados son compartidos por otros autores como Ko-
           vación moral. Es más, los conceptos de razonamiento moral y   hlberg, Levine y Hewer (1992), Eisenberg, Fabes y Spinrad
           emociones morales no serían términos excluyentes, ni siquiera   (2006), Malti y Keller (2009) y Lardén et al. (2006).
           diferenciables completamente, sino que interactuarían como
           factores motivacionales de ciertas conductas, provocando en   Es más, no sólo se ha analizado y corroborado la relación exis-
           ocasiones su solapamiento y difícil distinción una de otra, for-  tente entre razonamiento moral y emociones morales (en es-
           mando parte de ese proceso motivacional de comportamiento   pecial la empatía), sino que en el estudio llevado a cabo por
           prosocial e inhibidor de aquellas acciones menos deseables.   Wang et al. (2017) muestra que el desajuste moral (entendido
                                                                  como un proceso a nivel cognitivo) modera la relación entre
           Según Hoffman (1991), la empatía sería una mediación clave   la empatía y conductas agresivas en menores delincuentes. De
           entre razonamiento moral y el comportamiento, transducien-  este modo, individuos con altos niveles de empatía fueron ne-
           do los principios morales del individuo en comportamientos   gativamente asociados con la agresión. En dichos sujetos, los
           positivos, actuando así como catalizador del razonamiento   beneficios de la empatía en términos de reducir la agresión po-
           moral (Pizarro, 2000; Hoffman, 2000;  Walker, 2002), y en   drían ser explicados por un descenso del desajuste moral. Ello
           última instancia, de las conductas. En esta línea, Hoffman   da muestra de lo que se comentó anteriormente, las cogni-
           (2000) plantea que la empatía podría funcionar como “bo-  ciones y emociones morales se desarrollan de forma conjunta
           tón” motivador de un principio de benevolencia en los juicios   guiando ambos conceptos la toma de decisiones y las acciones
           morales y en la toma de decisiones. Hoffman (1991) propone   del individuo.
           una secuencia en la que la empatía y los principios morales
           de una persona se asocian, de modo que ante una situación
           que provoca una reacción empática en el sujeto, ésta a su vez
                                                                                     DiSCUSiÓN
           activará los principios morales. No obstante, en algunos casos
           la secuencia se produce a la inversa, siendo el principio moral
           el que se active y éste provocar la reacción empática. Por tanto,   De acuerdo con los planteamientos anteriores, la conducta
           se podría afirmar que el origen del comportamiento moral se   moral es autorregulable, es decir, el individuo puede “desac-
           encontraría en esta predisposición empática, se trataría de un   tivar selectivamente” el control de su comportamiento dañi-
           factor explicativo del desarrollo del razonamiento moral que   no. El modo en que se desactiva estos comportamientos no
           facilitaría el avance hacia un juicio moral más maduro. En esta   deseables es mediante la puesta en marcha de dichos meca-
           línea, existen estudios que muestran la importancia de la em-  nismos sociocognitivos. De este modo, el propio sujeto puede
           patía la cual permite el desarrollo de pautas de pensamiento y   reconstruir el significado de su conducta reprobable hasta ha-
           conductas adecuadas al contexto social ajustándose a las nor-  cerla justificable moralmente o incluso distorsionar las con-
           mas establecidas (García-López et al., 2012).          secuencias  que  puede  tener para  otra  persona.  Por  tanto,  la
                                                                  desconexión moral sirve para desinhibir, lo que hace que los
           Así pues, la empatía como un proceso motivacional de de-  actos negativos sean más probables, pues se ven liberados de
           terminadas acciones se desarrolla en paralelo a los estadios   autocensura y culpa. Por ello, este constructo parece dar res-
           de desarrollo cognitivo social del individuo: El desarrollo de   puesta en gran medida a aquellos estudios que alegan una fal-
           la empatía se corresponde con el desarrollo cognitivo social   ta de conexión entre razonamiento y comportamiento moral
           del sujeto puesto que la empatía implica una comprensión del   (Ortega, Sánchez y Menesini, 2002). De este modo, entran en
           otro. Una prueba de ello es el metanálisis llevado a cabo por   juego importantes factores cognitivos como son las distorsio-
           Férriz et al. (en prensa) anteriormente comentado. Según di-  nes cognitivas, las cuales pueden jugar un papel fundamental
           cho estudio, existen déficits mayores en los niveles de empatía   en la justificación de la delincuencia e inhibición de razona-
           cognitiva en menores infractores que en los niveles de empatía   mientos morales (Lardén et al., 2006). Entre estas distorsiones
           afectiva. De este modo, el desarrollo de las capacidades empá-  cognitivas destacan la culpabilización de la victimización, la
           ticas más afectivas en estos menores se ve en parte limitado   cual puede provocar la reincidencia de los agresores a pesar de
           por los déficits a nivel cognitivo en la capacidad para com-  poseer niveles de razonamiento moral dentro de la media pues
           prender los sentimientos de los demás.                 éstas actuarían como justificadores de la delincuencia.

           Son muchos los estudios que apoyan el nexo existente entre   Otra variable a destacar sería la impulsividad, pues la conduc-
           cogniciones y emociones morales. Por ejemplo, el hecho de   ta moral puede requerir, aparte de un estilo de razonamien-
           que el razonamiento moral y las emociones morales contribu-  to postconvencional, un alto grado de autocontrol (Espinosa,
           yen conjuntamente en la toma de decisiones conductuales ha   2000). Es posible que sólo aquellos individuos que se encuen-
           sido puesto de manifiesto a nivel empírico en estudios como   tran en el nivel postconvencional y además tienen un elevado
           los de Llorca et al. (2017) empleando muestras de menores   autocontrol tengan una conducta consistente con sus princi-
           infractores. Asimismo, la relación entre ambos conceptos ha   pios (Heilbrun y Georges, 1990).
           sido mostrada de forma específica para determinadas emocio-
           nes morales como la empatía en estudios como los de Sam-  Así pues, la triada compuesta por bajos niveles de razona-
           per, Díez y Martí-Vilar (1998). Estos autores obtienen que   miento moral, las distorsiones cognitivas y la impulsividad ge-
           a mayor puntuación en pensamiento posconvencional, mayor   neraría un modelo de predicción muy potente y que sería muy
           puntuación  en las diferentes subescalas de empatía, u otros   interesante determinar.

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