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Investigación empírica
personas e incrementa el riesgo de violencia y delincuencia
4. instrumentos de valoración del riesgo
en la adolescencia (Beyers, Loeber, Wikström y Stouthamer-
Loeber, 2001).Se ha planteado también que los problemas en
la gestión de la ira conducen a la manifestación de conductas Estos factores de riesgo y de protección son evaluados a través
agresivas y violentas como respuesta catalizadora a este estado de guías de valoración de riesgo estructuradas y protocolizadas
anímico. Así, se ha comprobado que una baja tolerancia a la mediante las que se analizan los factores asociados tanto a la
frustración asociada con altos niveles de ira y hostilidad inter- violencia de forma genérica (e.g. la Assessing Risk for Violence o
personal favorece el desarrollo de conductas agresivas y anti- HCR-20; o la Psychopathy Checklist-Revised PCL-R), como a
sociales en la adolescencia, así como una mayor persistencia en ciertos tipos de violencia específica (e.g. la Spousal Assault Risk
estas conductas (Maschi y Bradley, 2008). Assessment Guide o SARA, para la valoración de la violencia
contra la pareja; o la Structured Assessment of Violence Risk in
Por otro lado, se ha analizado la influencia del estrés percibido Youth o SAVRY, para la valoración de la violencia juvenil).
y de la capacidad de afrontamiento de las dificultades como
posible factor de riesgo de la conducta antisocial de los jóve- Actualmente en España los instrumentos más utilizados en
nes. Se ha observado que los jóvenes caracterizados por altos la práctica de la evaluación y la intervención con menores in-
índices de estrés percibido muestran más signos de violencia fractores son el protocolo Structured Assessment of Violence Risk
en la adolescencia (Shek y Tang, 2003), y que aquellos que uti- in Youth (SAVRY; Borum, Bartel y Forth, 2006), el Inventa-
lizan estilos de afrontamiento desadaptativos presentan signi- rio para la Gestión e Intervención con Jóvenes (IGI-J; Garrido,
ficativamente más problemas de conducta (Compas, Connor- López y Silva, 2006) y el Protocolo Valoración del Riesgo en
Smith, Saltzman, Thomsen y Wadsworrth, 2001). Adolescentes Infractores (VRAI; Luengo et al., 2009).
En cuanto al consumo de sustancias, los hallazgos encontra- El Structured Assessment of Violence Risk in Youth, traducido en
dos en diversos estudios muestran al respecto que gran parte nuestro país por Hilterman y Andrés-Pueyo (2008) [Evalua-
de los delincuentes violentos son consumidores de sustancias ción estructurada de riesgo de violencia en jóvenes], ha sido
(Boles y Miotto, 2003), y que los adolescentes delincuentes uno de los primeros protocolos diseñado para valorar el riesgo
que son consumidores reinciden en mayor medida que los no de violencia en adolescentes y para guiar a los profesionales
consumidores (Stoolmiller y Blechman, 2005). encargados de la evaluación en el proceso de valoración sobre
el riesgo de violencia. El SAVRY constituye una herramienta
3.7. Factores de protección de predicción de riesgo para infractores con edades compren-
didas entre los 12 y los 18 años basada en factores relacionados
Los factores de protección hacen referencia a diversas varia- específicamente con la reincidencia violenta. Este instrumento
bles como la implicación prosocial, el apoyo social fuerte, el otorga especial importancia a los factores de riesgo dinámicos,
compromiso escolar o laboral o las características de resiliencia susceptibles de ser modificados mediante el proceso de inter-
de los menores. vención, teniendo en cuenta tanto la influencia de las relacio-
nes interpersonales (e.g. familia, grupo de amigos) como de
Los lazos que el joven establece con contextos convenciona- otras características personales del joven (e.g. asunción de ries-
les prosociales son indispensables para inhibir la aparición o gos, empatía). Así, el protocolo está compuesto por 24 ítems
compensar la presencia de conductas desviadas. Las relacio- para evaluar factores de riesgo y 6 ítems para evaluar factores
nes interpersonales estables y positivas que el menor mantie- de protección. Los ítems de riesgo se encuentran agrupados
ne tanto dentro como fuera del entorno familiar, favorecen la en tres categorías: factores de riesgo históricos (diez ítems
prevención de la aparición de conductas desadaptativas en la basados en comportamientos o experiencias vitales previas),
adolescencia (Bender y Lösel, 1997). Por tanto, tanto el apoyo factores de riesgo sociales/contextuales (seis ítems centrados
familiar como el apoyo social son protectores de la conducta en las relaciones interpersonales, el contacto con instituciones
antisocial siempre y cuando este apoyo sea positivo y estable. sociales y el entorno), y factores de riesgo individuales (ocho
Asimismo, la vinculación positiva con el trabajo y los compa- ítems basados en las características personales e individuales
ñeros de escuela se ha relacionado con una menor implicación del joven).
en conductas desviadas (Shantz, Alfes, Truss y Soane, 2013).
Por otra parte, el Inventario para la Gestión e Intervención
Por último, dentro de los factores de protección destaca el con Jóvenes es una versión adaptada para población juvenil
concepto de resiliencia. Este término se define como un pa- del instrumento Youth Level of Service/Case Management
trón de adaptación positiva ante la existencia de adversidades Inventory de Hoge y Andrews (2002). El IGI-J se ha dise-
pasadas o presentes (Wright y Masten, 2005), conformado por ñado como un instrumento de predicción de la reincidencia
características individuales y por características del entorno en y también como una guía para definir objetivos adecuados
el que vive el individuo (Kaplan, 2005). Implica, por tanto, un para el posterior diseño de un programa de intervención.
proceso de superación y afrontamiento adecuado de las difi- Este instrumento, dirigido a jóvenes infractores de entre 14
cultades presentes en el entorno, así como una evitación de las y 18 años, consta de 42 ítems para evaluar 8 factores de ries-
trayectorias negativas asociadas a actividades y conductas de go que reflejan las áreas más relevantes en la vida de los me-
riesgo. La evidencia empírica sugiere que los menores más res- nores: delitos y medidas judiciales pasadas y actuales, pautas
ilientes tendrán una probabilidad menor de implicarse en con- educativas, educación formal y empleo, relación con el grupo
ductas antisociales y delictivas en la adolescencia, aun estando de iguales, consumo de sustancias, ocio y diversión, persona-
presentes determinados factores de riesgo (Bartol, 2006). lidad y conducta, y actitudes, valores y creencias. En cada una
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