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Dossier





          1. Introducción del síndrome de alienación parental    2. ¿Hablamos de síndrome de alienación parental
                    en nuestro país. estrategia                    o “síndrome de perpetuación del patriarcado”?


       Los introductores del SAP en España, ante el imparable des-  Nadie pone en duda el trascendental valor que la Declaración
       crédito del nombrado SAP por parte de la inmensa mayoría   de los Derechos Humanos, como los demás instrumentos re-
       de las autoridades científicas, utilizan una doble estrategia:   lativos a los mismos, representan para la humanidad. No obs-
       por un lado sustituyendo el término alienación que implica   tante, su nacimiento ha estado fuertemente ligado a la idea
       enajenación,  locura,  psicosis,  delirios,  etc...,  por  otros  más   del ser humano centrada en la imagen del hombre - varón- es
       flexibles y menos controvertidos: “interferencias parentales”,   decir, que esos derechos humanos sólo han tenido como refe-
       “madre obstativa”, “no colaboradora, entorpecedora”, “madre   rencia al sexo masculino, que se consideraba como el paradig-
       no garante de las relaciones paterno filiales”, “madres que no   ma de lo humano, sin que se tomara en cuenta la manera de
       toman una postura activa en pos de corregir la negativa del   sentir, pensar, luchar y vivir del sexo femenino, que representa
       hijo o hija a relacionarse con el progenitor”, términos que es-  la otra parte de la humanidad, pero que ha sido invisibilizada
       tán en continua evolución, siendo uno de los más novedosos   en un modelo de sociedad androcéntrico.
       el de síndrome de alienación familiar – SAF- , término con
       el que se nombra uno los síntomas del diagnóstico diferen-  A través de los siglos, la concepción patriarcal ha prevalecido
       cial  de  Gardner  respecto  del  niños  alienados: “la  campaña   en el mundo, al considerar al hombre (varón) como paradigma
       de denigración es extensible al resto de familiares y amigos   de la humanidad; situación que se ha reflejado en los derechos
       del padre”, etc.…Este cambio de denominación consigue el   humanos, en su lenguaje (y no olvidemos que el lenguaje tie-
       segundo fin: encuadrarlo como un problema relacional y no   ne gran influencia en el pensamiento, y que éste conforma las
       clínico. Y es cuando no se nombra el SAP como tal, cuando   ideas, valores, costumbres y hábitos que terminan por plasmar-
       la indefensión que provoca el mismo es más difícil de rebatir,   se en las normas y leyes), pues los mismos sólo tienen como
       más insalvable si cabe, por las personas a las que sin nombrar   referencia a una parte de la humanidad: la masculina, a través
       tal síndrome, se les está aplicando el tratamiento para el mis-  de cuyos sentimientos y pensamientos se ha ubicado a la mujer
       mo. Para ello basta simplemente con culpabilizar al progeni-  en la sociedad, como seres inferiores, sumisas y dependientes,
       tor alienador o “provocador del rechazo” de ser responsable   sin derecho a su propia identidad genérica.
       de la negativa del niño o niña a relacionarse con el progenitor
       rechazado y/o no priorizar la relación del menor con el pro-  Es preciso conceptualizar el término patriarcado, el cual debe
       genitor rechazado sin tener en cuenta el perjuicio que esta   ser entendido como la supremacía masculina institucionali-
       forzada relación provoca en el menor.                 zada. En nuestro país la patria potestad sobre los hijos e hijas
                                                             menores la ostentaba el padre en exclusiva, sin compartir con
       Respecto del término síndrome de alienación familiar, puede   la madre, hasta el año 1981. Basta recordar que en época de
       ser muy esclarecedor este concepto, respecto al verdadero sig-  Franco “el hombre podía corregir a la mujer y a los hijos siem-
       nificado y objetivos del SAP: si el niño hace su propia contri-  pre que no los dejase lisiados”.
       bución a la campaña de descrédito que supuestamente la madre
       inicia contra el padre y allegados a éste, entonces la madre no   El SAP es el arma poderosísima del patriarcado cuando el
       ha cambiado la identidad, la capacidad del hijo de pensar y ex-  padre de familia ha ejercido violencia, ha sido negligente res-
       presarse , la psique del hijo es autónoma de la de la madre – lo   pecto de sus hijos, simplemente no tiene habilidades paren-
       mismo ocurre con el síntoma “el fenómeno de libre pensador”   tales, no acepta la separación o que temporalmente la situa-
       presente en el diagnóstico diferencial que Gardner recoge en   ción de separación o divorcio pueda causar el rechazo en los
       sus tablas-, ¿no cabe reflexionar entonces que el SAP o sus eu-  hijos. Para entender lo peligroso de la asunción o alegación
       femismos son el intento desesperado de perpetuar los derechos   del SAP en cualquier de los supuestos mentados, es necesa-
       del padre de familia disconforme con su nueva situación en la   rio conocer el tratamiento que Gardner inventó para tratar
       sociedad después de la separación o divorcio, más allá de su   y “curar” el SAP: “la terapia de la amenaza” o tratamiento de
       comportamiento o habilidades parentales? Gardner insistía en   desprogramación.
       que el SAP no debía confundirse con la alienación parental,
       que es el rechazo de los padres a los hijos, ¿no es acaso plausible
       que el padre cuando alega SAP en los tribunales sea el que no   3. el diagnóstico diferencial del síndrome de alienación
       acepta, rechaza la personalidad del hijo o hija?           parental: las tablas de Gardner. su aplicación es
                                                                   una realidad en los procedimientos de divorcio,
       Este padre que alega SAP, para que se ponga en marcha la    son las medidas judiciales que se les imponen
       terapia coactiva inherente al mismo, acepta sin la más míni-   a los menores y al progenitor alienador
       ma duda que el hijo tiene este desorden mental, enfermedad
       que sólo se presenta en los casos de disputa por el régimen de
       guarda y custodia, de comunicaciones con el otro progenitor,   3.1. Consideraciones en torno a los síntomas en el niño/a.
       sin aparecer en ningún otro aspecto de la vida del menor, sin
       cuestionarse si es él mismo la causa del rechazo del hijo o hija,   En  el  diagnóstico  diferencial  del  niño,  éste  contribuye  a  la
       si no tiene habilidades parentales o si hay otra forma de in-  campaña  de  denigración  en  tres  niveles:  leve,  moderado  y
       tentar relacionarse con el hijo o hija sin someterlo a la feroz   severo. Esta es la prueba de la programación, de la “locura a
       violencia institucional que la alegación del SAP conlleva.  dos”, de la psicosis compartida: el niño hace sus propias con-

                                                                                          Infancia, Juventud y Ley 59
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