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              personas que trabajan en el sector están dadas de alta en la Seguridad Social ,
              lo que supone que un 30,65% (177.965) trabajan en la economía sumergida,
              con todo lo que ello conlleva en cuanto a desprotección y falta derechos laborales.

              El peso que tiene la población procedente de otros países adquiere gran relevancia
              en este sector, ya que 221.624 de las trabajadoras afiliadas son extranjeras, el
              55,05%, de las cuales el 19,50% proceden de países de la Unión Europea (UE) y
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              el 80,5% de países no pertenecientes a la UE . El número de mujeres inmigrantes
              se  incrementa  en  la  economía  sumergida  donde  se  ven  abocadas  a  trabajar
              aquéllas que se encuentran en situación irregular y carecen de autorización para
              trabajar.

              La  Organización  Internacional  del  Trabajo  (OIT)  reconoce  que  la  creciente
              demanda de servicio doméstico en los hogares es una de las principales causas
              de la feminización de la migración laboral en las últimas décadas. De este modo,
              se  destaca  que  las  trabajadoras  domésticas  migrantes  proporcionan
              servicios indispensables a aquellos países a los que emigran, contribuyendo

              a la riqueza de las sociedades y al sostenimiento de su estado de bienestar y de
              sus sistemas de empleo.

              Estudios e informes desarrollados por otras entidades y organizaciones, como es
              el caso de Oxfam Intermón en colaboración con el Laboratorio de Derecho Social
                                                                                                    12
              del Instituto Universitario Estudios de Género de la Universidad Carlos III  cifra
              esta cantidad en más de 630.000 personas en España dedicadas al empleo del
              hogar, lo que supone el 4% de la población activa. Además, el mencionado estudio
              señala  que una  de cada tres trabajadoras domésticas  en nuestro país  vive  en
              hogares en riesgo de pobreza (un 34,3% del total). Su tasa de pobreza, por tanto,

              supera en más del doble la media de personas asalariadas, que se sitúan en el
              16,3%.

              Estas  cifras  muestran  claramente  que  se  trata  de  un  sector  altamente
              feminizado,  y  que  su  peso,  siendo  clave  para  el  desarrollo  del  resto  de
              sectores productivos, ya que contribuye de manera directa al sostenimiento
              de  la  vida  y  las  personas,  ha  quedado  relegado,  en  muchas  ocasiones,  a  la
              economía informal. En cuanto a protección y derechos laborales, queda muy lejos
              del régimen aplicable al resto de trabajadoras y trabajadores.








              10  Seguridad Social. Situación de afiliados/as en alta por regímenes y autonomías (Media anual 2019)
              11  Seguridad Social. Afiliación de extranjeros/as en la Seguridad Social (Media enero 2020)
              12  Oxfam Internacional, Septiembre de 2018 "Voces contra la precariedad: mujeres y pobreza laboral en Europa"
                                                                                                     pág. 9
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