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Entrevista




           pero sí de otro tipo (civil, custodia,…). No en vano, la ne-    La pobreza, la desigualdad social son variables de eva-
           gligencia o abandono de las funciones parentales es la causa   luación en la situación de bienestar de los menores. ¿En
           principal en nuestro entorno de los problemas de conducta   que están influyendo en los procesos de los menores que
           en los menores de reforma. De este modo, los menores son   se hayan en situación de riesgo social?
           unas víctimas de la socialización familiar deficitaria por lo
           que los padres o tutores deberían asumir su parte de respon-  En un trabajo nuestro [Arce, R., Seijo, D., Fariña, F., y Mo-
           sabilidad. Así, esa negligencia o abandono de las funciones   hamed-Mohand, L. (2010). Comportamiento antisocial en
           parentales (y digo explícitamente, negligencia y abandono)   menores: Riesgo social y trayectoria natural de desarrollo. Re-
           debería dimanar en la asunción de la correspondiente res-  vista Mexicana de Psicología, 27(2), 127-142] hallamos que los
           ponsabilidad.                                          menores socializados en contextos de riesgo social presentan
                                                                  déficits en la competencia social en la adolescencia temprana
               Como estudioso del comportamiento asocial de los me-  que van in crescendo en las subsiguientes etapas, siguiendo
              nores ¿Que podría decirnos a cerca de las variables que   una trayectoria natural hacia la inadaptación. Estas carencias
              son determinante en la aparición y mantenimiento de   llevan a que se registren entre estos menores más comporta-
              estos comportamientos?                              mientos antisociales y delictivos.

           No hay duda alguna, es una cuestión de riesgo y de carencias
           en la competencia psicosocial. Por tanto, la prevención e inter-
           vención ha de dirigirse a potenciar o restaurar esas habilidades
           y destrezas.

               ¿Cuáles son, según su opinión, los modelos de interven-
              ción más eficaces?

           En general, nuestras revisiones meta-analíticas apuntan que
           los modelos multimodales, esto es, cognitivo-conductuales son
           los más eficaces, pero no siempre. Va a depender del tipo de
           usuarios, de la idiosincrasia de cada usuario y del tipo de de-
           lito, de modo que tratamientos eficaces para unos no tienen
           por qué serlo para otros. Contrariamente incluso a lo que se
           supone, la intervención puede tener efectos negativos. Aquella
           máxima que se nos enseñaba de que la intervención psicoló-
           gica tiene como ventaja que no causa daño, a día de hoy ya
           sabemos que es falsa. Además, admiten un amplio margen de
           mejora, tal como si la intervención es multinivel, la toma como
           primer paso de la asunción de responsabilidad, individual y
           grupal al unísono, dirigida a los déficits y carencias de cada
           individuo, o el control del progreso en la intervención, incluida
           la falsa adherencia. A este respecto, hemos desarrollado téc-
           nicas forenses para identificar la falsa adherencia y progreso
           en el tratamiento que son críticas en los casos de violadores,
           pedófilos y agresores de género.

               Sus estudios, han revisado una parte considerable de los
              problemas que acucian a la infancia en dificultad y con-
              flicto social. ¿Podría hacernos un semblante general de
              la situación actual? ¿En su opinión, la larga crisis eco-
              nómica vivida en nuestro país puede haber producido
              nuevas variables influyentes en algunos sectores de la
              infancia?

           Lo primero a destacar es que nuestra experiencia de investi-
           gación en otros países nos lleva a valorar que vivimos en un
           paraíso. Nuestra sociedad, y adolescentes, son poco violentos
           en relación a otros países. Pero no por ello debemos caer en
           la autocomplacencia. Cada vez que un menor se inicia en la
           carrera delictiva hemos de tener presente que hemos fracasado
           con él. Las consecuencias de la crisis aún están por ver. Los
           efectos a largo plazo serán los más destacados y las variables
           influyentes por concretar. Cada momento histórico tiene sus
           propios condicionantes.

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