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Investigación empírica




           tabla 1. Comparaciones entre clústeres (T1) en medidas de ajuste conductual y psicosocial durante la adolescencia tardía (T4)
                                              Principalmente  Externalizante-  Principalmente   No
                                              externalizante  Psicopático  psicopático  problemático
                                                 M (ET)      M (ET)      M (ET)      M (ET)       F           n 2
            probLemas de conducta (cbcL)
               conducta agresiva               7,14 (1,74)  11,70 (1,42)  11,35 (1,48)  3,94 (0,86)  10,73***  ,30
                                                      b           b           b           a
               conducta delictiva              2,33 (0,85)  4,93 (0,73)  5,20 (0,76)  7,14 (0,44)  10,08***  ,29
                                                      a           b           b           a
            rasgos psicopáticos (mcps)
               f1                              7,39 (1,53)  12,81 (1,19)  11,23 (0,62)  6,57 (0,62)  8,71***  ,26
                                                      a           b           b           a
               f2                              7,49 (1,31)  10,80 (1,02)  10,69 (1,02)  0,44 (0,63)  14,81***  ,37
                                                      b           c           c           a
            agresión
               reactiva                        1,33 (1,55)  2,02 (1,20)  2,00 (0,15)  1,26 (0,09)  11,42***  ,31
                                                      a           b           b           a
               proactiva                       1,00 (0,07)  1,24 (0,05)  1,14 (0,05)  1,02 (0,03)  5,34***   ,18
                                                      a           b           ab          a
            competencia sociaL
               reg. emocional                 18,33 (1,55)  14,33 (1,20)  14,55 (1,20)  17,70 (0,69)  3,35***  ,12
                                                      b           a           a           b
               hab. sociales/comunicativas    12,00 (1,48)  9,47 (1,15)  8,80 (1,15)  13,11 (0,36)  4,78***  ,16
                                                      ab          a           a           b
           nota: M = Media; E.T = Error típico; CBCL = Child Behavioral Checklist; mCPS = Modified Child Psychopathy Scale. Los valores medios con distintas letras en subíndice indican la
             existencia de diferencias significativas (p < .05) en la prueba HSD de Tukey para la comparación de pares.
           *p < .05 **p < .01 ***p < .001


           el desarrollo de la personalidad psicopática: patrones de   un grupo cuyos niveles se incrementan de forma significa-
           estabilidad y cambio                                   tiva desde la infancia hasta la adolescencia (i.e., bajo-alto);
                                                                  el grupo opuesto, que parte de niveles altos en T1 que se
           Una vez corroborado el papel de los rasgos psicopáticos en   van reduciendo de forma significativa hasta T3 (i.e., alto-
           el desarrollo de la conducta problemática, surge la necesidad   bajo); y un grupo de alto riesgo, con niveles significativa-
           de reforzar su utilidad como constructo evolutivo válido en   mente altos de rasgos psicopáticos durante todo el perio-
           la infancia y la adolescencia. Comprender el desarrollo de   do analizado (i.e., estable-alto). De estos grupos, tanto el
           un constructo como la personalidad psicopática, así como   que aumenta como el estable-alto representan los perfiles
           los posibles factores y mecanismos implicados, contribuye   más problemáticos, mostrando importantes desajustes en la
           no sólo a profundizar en el conocimiento de dicho fenóme-  adolescencia que incluyen problemas de conducta, conduc-
           no, sino que abre la puerta a posibles avances en el ámbito   ta agresiva de tipo reactivo y proactivo, delincuencia, y baja
           de la prevención y la intervención. Con este fin, se desa-  competencia social. Estos resultados se observaron incluso
           rrolló una línea específica de trabajo centrada en el estudio   tras controlar el nivel inicial de problemas de conducta de
           de la estabilidad de la personalidad psicopática. El estudio   los participantes, reforzando una vez más el valor predictivo
           que sirvió de base a tal propósito (López-Romero, Romero   de los rasgos psicopáticos infanto-juveniles en el desarrollo
           y Villar, 2014) fue diseñado con el objetivo de analizar los   de problemáticas futuras.
           patrones de estabilidad y cambio desde una perspectiva am-
           plia e integradora, planteando análisis tanto en la muestra   Posteriormente, se evaluaron de nuevo los patrones de desa-
           general (i.e., estabilidad absoluta y relativa) como a nivel   rrollo de los rasgos psicopáticos, pero en este caso en un pe-
           individual (i.e., Reliable Change Index; RCI). Tal y como   riodo de 10 años. Empleando de nuevo el análisis clúster, se
           se venía observando en estudios previos, los resultados a   identificaron tres patrones o perfiles evolutivos en función del
           seis años mostraron que los rasgos psicopáticos permane-  nivel de rasgos psicopáticos en la infancia (T1), y a los seis
           cen moderadamente estables desde la infancia hasta la ado-  (T3) y 10 años (T4) del estudio inicial (ver Figura 2). Dichos
           lescencia (e.g., Lynam et al., 2009), siendo estos niveles de   grupos representaban (1) un patrón decreciente, agrupando ni-
           estabilidad mayores en el caso de los informes de padres que   ños cuyos niveles de rasgos psicopáticos se fueron reduciendo
           de los profesores (e.g., Obradović, Paardini, Long y Loeber,   progresivamente a lo largo de los 10 años de estudio; (2) el
           2007), y mostrando índices de estabilidad similares a otros   perfil estable alto, con niños que presentan altos niveles de ras-
           rasgos generales de personalidad (e.g., McCrae et al., 2002)   gos psicopáticos que, además, se van incrementando a lo largo
           así como a otros constructos psicopatológicos (e.g., Loeber   de la adolescencia; y (3) el perfil estable bajo, que constituye el
           et al., 2009). Sin embargo, existen también patrones de   grupo más numeroso, con bajos niveles de rasgos psicopáti-
           cambio que reflejan tanto incrementos como reducciones   cos a lo largo de todo el periodo analizado. Estos tres perfiles
           del nivel de rasgos psicopáticos, reforzando su potencial   se replicaron tanto para el Factor 1 de la personalidad psi-
           maleabilidad, sobre todo a edades tempranas. Desde una   copática, incluyendo rasgos afectivos e interpersonales, como
           perspectiva centrada en el individuo (RCI) se identificaron,   para el Factor 2, que agrupa los rasgos más conductuales del
           además, cuatro grupos diferenciados en términos de esta-  constructo.
           bilidad y cambio: El no problemático, con bajos niveles de
           rasgos psicopáticos a lo largo de todo el período analizado;

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