Page 19 - boletin_igualdad_empresa-55
P. 19
BOLETÍN “IGUALDAD EN LA EMPRESA” nº 55: 15 de octubre, Día
Internacional de las Mujeres Rurales
La realidad actual del sector agroalimentario nos muestra que el peso de las
mujeres trabajadoras en cooperativas se sitúa alrededor del 45%, mientras que el
peso de las mujeres socias en cooperativas es del 25% aproximadamente. Y de ese
porcentaje de socias alrededor del 7% forma parte de los consejos rectores de
nuestras cooperativas. Mi reflexión es clara, las mujeres en el sector cooperativo
agroalimentario tenemos una presencia importante en cuanto a trabajadoras, una
buena parte de mano de obra es de mujer y en trabajos muy feminizados; sin
embargo, cuando lo que queremos es reflejar la presencia de mujeres en otros
entornos, como es el de la relación que le vincula con la cooperativa, y más
concretamente como miembro de los consejos rectores, las cifras tiemblan.
Con este panorama, nuestro trabajo y esfuerzo no puede ser otro que el que va
encaminado, principalmente, a conseguir mayores cuotas de participación de
mujeres en los órganos de representación, acortando esa brecha que nos distancia
de porcentajes propios de países desarrollados. En las numerosas reuniones y
encuentros que he mantenido a lo largo de estos años con mujeres rurales, he
constatado el cambio que están experimentando. Nuestras mujeres socias de
cooperativas piden tener las mismas oportunidades que los hombres para poder
desempeñar el liderazgo y la representación. Actualmente, somos más de un millar
las que formamos parte de los consejos rectores, mujeres capaces de demandar la
colaboración activa de los hombres para construir una estructura lo
suficientemente fuerte y viable para que la cooperativa se convierta en una
empresa capaz de competir con las reglas del mercado y de la economía.
El sector agroalimentario tan pionero y avanzado en sistemas de producción, en
utilización de maquinaria puntera, en gestión eficiente de recursos, etcétera, debe
avanzar en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Y este cambio
es el que estamos impulsando desde AMCAE en nuestras cooperativas, con nuestras
socias y socios con un trabajo constante, a modo de lluvia fina que esperamos
termine calando. Este trabajo constante obtendrá mejores resultados si
colaboramos y nos apoyamos para lograr una sociedad rural igual para todos sus
habitantes.
Si la mujer no estuviese en el mundo rural este desaparecería, lo tengo clarísimo.
Un informe reciente del Consejo Económico y Social, (CES), llamaba la atención
sobre el grave problema del despoblamiento en el medio rural. El documento
destacaba que la ausencia de mujeres en edades jóvenes y centrales es uno de los
principales factores que dificultan la sostenibilidad social y demográfica de las
áreas rurales, y que las dificultades para formar nuevos hogares abocan a una
pirámide de población regresiva.
En definitiva, la mujer es vital para el mundo rural, sin mujeres no hay pueblos
porque es ella la que mantiene a la familia ligada al territorio. Somos una de las
claves para evitar la despoblación de nuestro territorio rural, pero no debemos
olvidar que hay que trabajar para hacer más visible su protagonismo e
importancia, y en nuestro caso, incentivar su presencia en nuestras cooperativas,
para que nuestras empresas sean un referente en términos de Igualdad de
Oportunidades.
19