El acogimiento familiar es un proceso por el que muchos Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) finalizan su etapa institucionalizados en una residencia de acogida y comienzan a vivir en una familia. Este cambio de entorno suele llevar un tiempo y es un proceso de adaptación a un nuevo contexto, en el que entran en juego muchas expectativas, sentimientos y emociones que pueden ser nuevas y difíciles de gestionar para el/la NNA. En esta entrada del Blog del Servicio de Acogimiento Familiar Especializado veremos una sucesión de sentimientos que pueden ocurrir en los NNA que inician este camino:

Uno de los primeros sentimientos que puede manifestar un NNA ante la posibilidad de ser acogido es la confusión. Es una reacción comprensible porque para él, puede ser abrumador enfrentarse ante la incertidumbre sobre su futuro y la idea de formar parte de una nueva familia. Se pueden experimentar una serie de emociones contradictorias. Por un lado, se puede sentir ilusión por la posibilidad de encontrar un lugar seguro, pero por otro lado puede sentir tristeza por dejar atrás un entorno conocido y sentirse más alejado de su familia de origen hacia quien aún tiene sentimientos positivos. El proceso de acogimiento puede generar en el NNA confusión y ansiedad sobre su propia identidad y sentido de pertenencia.

El miedo que siente un NNA al ser acogido puede surgir de diversas fuentes y manifestarse de diferentes maneras. El miedo puede ser debido al cambio significativo que produce ser acogido; miedo a un nuevo hogar, a nuevas relaciones y a una rutina y entorno completamente desconocidos y que “no se han hecho a su medida”.

El proceso de acogimiento puede implicar separación de la familia biológica, generando en el NNA sentimientos de tristeza por una nueva separación con su familia de origen y dificultando comprender su historia de vida. Además, los NNA pueden temer no ser aceptados por su familia de acogida. Este miedo al rechazo y a nuevos abandonos surge de las experiencias pasadas de abandono. En algunos casos en el proceso de acogimiento, el miedo puede estar relacionado con el rechazo a volver a vivir experiencias pasadas de negligencia, maltrato, abandono o incluso abusos sexuales.

Una vez se superan los primeros sentimientos negativos, tales como confusión, miedo y tristeza, el NNA puede comenzar a experimentar otros sentimientos más positivos, tales como alegría por encontrarse en un entorno que le proporciona seguridad, afecto y pertenencia. El proceso de acogimiento puede permitir al NNA establecer vínculos afectivos significativos con su familia de acogida que sean emocionalmente satisfactorios. Se puede sentir bien ante la posibilidad de tener nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo. Sentirse parte de una unidad familiar, con roles y responsabilidades dentro de ese contexto, puede generar sentimientos de alegría y orgullo. La estructura y la rutina proporcionadas por la vida familiar pueden ser reconfortantes y gratificantes.

También puede sentir alivio por encontrarse en un entorno protector, especialmente si ha pasado por situaciones difíciles o inestables en el pasado. Ser acogido en un nuevo hogar puede proporcionar una sensación de seguridad y estabilidad que facilita un gran alivio emocional. El proceso de acogimiento puede poner reducir la incertidumbre e insatisfacción vital que sentía, facilitando su aceptación y comprensión.

También puede sentir esperanza, quees un sentimiento poderoso y transformador ya que puede representar un nuevo comienzo y la promesa de un futuro mejor para NNA en proceso de acogimiento. Además, el acogimiento puede representar una oportunidad para reconectar con su familia y cultura de origen. Esta reconexión puede generar esperanza en su identidad y sentido de pertenencia. Uno de los aspectos más significativos del acogimiento es la oportunidad de recibir un afecto y cuidados en un entorno familiar estructurado. Los vínculos efectivos que se generan en el proceso de acogimiento proporcionan un sentido de conexión emocional y apoyo interpersonal muy necesario para el NNA.

El sentimiento de seguridad que experimenta el NNA al ser acogido es uno de los aspectos más fundamentales y significativos del proceso de acogimiento familiar. Ser acogido en una familia ofrece un entorno estable y predecible en el que poder confiar. La consistencia en las rutinas diarias, las normas y las expectativas proporciona un sentido de seguridad y estructura en su vida cotidiana. Establecer relaciones afectuosas y de confianza con los miembros de la familia de acogida puede proporcionar un sentimiento de seguridad emocional. El afecto fortalece el sentimiento de pertenencia y ayudan al NNA a sentirse valorado y aceptado. La conexión emocional y el sentido de pertenencia fortalecen la identidad y la autoestima.

La seguridad conlleva un sentimiento de confianza que se necesita para que el proceso de adaptación y bienestar se de en el nuevo entorno familiar. Al ser acogido se genera una relación de confianza a través de experiencias positivas en las que poder expresar emociones libremente y sin ser juzgado. Es importante que la familia de acogida mantenga una consistencia en las rutinas, que cumpla con las expectativas y responda a las necesidades de los NNA de manera oportuna y sensible. El establecimiento de un ambiente seguro y estable, refuerza los sentimientos de protección y cuidado. La confianza del niño al ser acogido se basa en la relación que desarrolla con sus acogedores, así como en el ambiente seguro y estable que se le proporciona en su nuevo hogar. Fomentar una comunicación abierta y honesta, brindar apoyo emocional y afectivo, y promover la autonomía del niño son aspectos fundamentales para cultivar y mantener la confianza en su proceso de acogimiento. Trabajar con profesionales capacitados en el área del acogimiento familiar puede ser esencial para proporcionar el apoyo necesario tanto al niño como a su familia de acogida, ayudándolos a construir relaciones sólidas y duraderas basadas en la confianza y el respeto mutuo.

Es fundamental que los adultos involucrados en el proceso de acogimiento reconozcan y aborden la confusión del niño con comprensión y apoyo. Brindarle información clara y honesta, así como proporcionarle un entorno seguro y afectuoso donde pueda expresar sus emociones libremente, son pasos importantes para ayudarlo a enfrentar y superar su confusión. Además, contar con el apoyo de profesionales capacitados en el área del acogimiento familiar especializado puede ser de gran ayuda tanto para el niño como para su nueva familia de acogida.

También es crucial que los adultos que participan en el proceso de acogimiento especializado reconozcan y aborden el miedo del niño con empatía y comprensión. Proporcionar un entorno seguro y afectuoso, brindar apoyo emocional y asegurar al niño que sus sentimientos son válidos y que será escuchado y cuidado puede ayudar a mitigar el miedo y a fomentar un sentido de seguridad y confianza en su nuevo entorno. Además, trabajar con profesionales capacitados en el área del acogimiento familiar puede ser fundamental para proporcionar el apoyo necesario tanto al niño como a su familia de acogida.

El acogimiento especializado proporciona el apoyo emocional y psicológico que se necesita para sanar y superar experiencias pasadas difíciles. Sentirse comprendido, aceptado y cuidado por sus nuevos acogedores puede infundirle esperanza en su capacidad para superar cualquier trauma o desafío que haya enfrentado en el pasado.

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