Hace un año, la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, en concreto la Dirección General de Infancia Familia y Fomento de la Natalidad de la Comunidad de Madrid, puso en marcha el Servicio de Acogimiento Familiar Especializado, siendo la Asociación Centro Trama la responsable de su ejecución. Este servicio, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con fondos europeos Next Generation de la UE, tiene como objetivo llevar a cabo la desinstitucionalización de los niños, niñas y adolescentes (NNA) que actualmente se encuentran en acogimiento residencial y que, por sus distintas circunstancias específicas, cuentan con mayores dificultades a la hora de incorporarse dentro de una familia.

Tal y como llevamos compartiendo a través del blog del servicio, el Acogimiento Familiar Especializado se plantea como recurso alternativo para atender a niños, niñas y adolescentes con características y necesidades especiales que actualmente viven en centros residenciales del sistema de protección de la Comunidad de Madrid, considerando a la familia como el sistema más óptimo para el desarrollo integral de todo niño, niña y adolescente. Estas familias mediante esta modalidad podrán atender adecuadamente sus necesidades construyendo una vinculación segura en el que, con el tiempo y la suficiente dedicación, tanto de acogedores como equipos técnicos, se dé la reparación del daño emocional que llevan consigo en sus historias de vida.

Este tipo de acogimiento está en proceso de implantación en Madrid y la Asociación Centro Trama participa junto con otras entidades en el proceso.

Algunos de los principales desafíos a los que se ha enfrentado el equipo de Trama han consistido en definir los protocolos, funciones, tareas y responsabilidades del mismo, atendiendo a las características específicas de la realidad que vivimos en el Sistema de Protección del Menor. Para ello, ha sido fundamental establecer interacciones, relaciones y colaboraciones efectivas con el resto de instituciones implicadas, para establecer procedimientos ágiles, eficaces y dinámicos, que buscan un objetivo en común entre todos los agentes participantes: promover el bienestar superior del de los niños, niñas y adolescentes.

Los primeros pasos del proyecto fueron para asentar las bases de lo que supone un acogimiento de estas características. Lejos de ser solamente un acercamiento teórico, también ha sido experiencial por parte de todo el equipo del servicio. A pesar de que todos los técnicos contaban con un amplio bagaje en diferentes campos del sistema de protección, ha sido fundamental tener una mirada amplia para aprender y abrirse a los nuevos paradigmas que ha proporcionado esta modalidad y dar a conocer la realidad de los niños, niñas y adolescentes en desprotección con necesidades especiales. Desde esta base, la construcción de herramientas capaces de reflejar dichas necesidades ha sido totalmente progresiva, acorde a los conocimientos que íbamos adquiriendo, afinando todas ellas para asegurar estándares de calidad más óptimos posibles para el uso de los técnicos responsables de caracterizar a los niños, niñas y adolescentes susceptibles de esta modalidad. Ello, ha supuesto reaprender la manera en la que trabajamos los/as psicólogos/as y educadores/as sociales responsables de asegurar este bienestar. Desde nuestro servicio, el eje fundamental del trabajo es llegar a definir las características únicas de cada niño, niña y adolescente de edad para así poder asegurar, en la medida de lo posible, la cobertura de las mismas de la manera más ajustada a su realidad.

Para realizarlo, está siendo fundamental el trabajo en red con las residencias, guardadores de los niños, niñas y adolescentes. Junto con ellos/as es como conseguimos entender y construir el perfil de cada niño o niña. A través de una coordinación sistemática y continua, mantenemos la información lo más ajustada y actualizada posible, comprendiendo que sus vivencias y necesidades son cambiantes, y así también nuestro trabajo, para que cuando llegue el momento de darse una acogida el engranaje entre niños y niñas y familias acogedoras sea lo más óptimo posible.

De esta forma, el trabajo de las entidades colaboradoras de la Comunidad de Madrid está siendo crucial, ya que, por su parte, son los responsables de asegurar la calidad de los acogedores especializados, tanto de especial dedicación como de especial preparación. A través de su valoración e idoneidad conseguimos entre todos que se produzcan los acogimientos que hoy por hoy podemos celebrar. Este es el objetivo y motor de nuestro trabajo.

Acabamos de cumplir un año y sentimos que vamos alcanzando los hitos que nos proponíamos al principio del programa. Tras un arduo trabajo ya hemos participado en la formalización de los acogimientos en esta modalidad de algunos de los niños niñas y adolescentes. Esperamos que este hecho sea el comienzo de un largo camino y nuevos retos para el futuro.

– El equipo del Servicio de Acogimiento Familiar Especializado.