Los/as Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) con una medida de protección y en acogimiento son personas que han crecido y se han desarrollado en entornos poco favorecidos, sufriendo cuidados negligentes, maltratos o abusos en algunos casos. Además, es frecuente que sus propios cuidadores procedan de entornos sometidos a múltiples dificultades y que también sufrieran en el pasado circunstancias similares. De esta forma, estos/as NNA tienen necesidades que no se cubrieron adecuadamente y por tanto los poderes públicos tuvieron que hacerse cargo de ellas y ellos, quedando bajo la responsabilidad de una residencia o de una familia de acogida. Estos/as NNA han sufrido mucho durante su infancia y adolescencia y algunos/as están tan dañados que entienden todo el mundo que les rodea como un entorno hostil hacia ellas y ellos. Su forma de interactuar está condicionada por el miedo a volver a sufrir y pueden reaccionar de manera desadaptativa, con agresividad, violencia verbal e incluso física. Para estos casos surge el Acogimiento Familiar Especializado (AFE), pues tienen derecho a crecer en una familia que cuente con las herramientas adecuadas para intervenir correctamente y mediante intervenciones técnicas reparar las heridas generadas en esa etapa de su vida.


Cada NNA tiene consigo una “mochila” única. Es decir, una historia de vida marcada por unas experiencias vitales traumáticas y muy difíciles, que al ser sostenidas en el tiempo les han dejado importantes “huellas» y “cicatrices”. Estos aprendizajes los acompañarán el resto de su vida, pero gracias al acompañamiento sanador de una familia de acogida especializada pueden comenzar el proceso de recuperación del daño sufrido. El acogimiento familiar especializado va más allá de proporcionar un techo y comida. Se trata de ofrecer un entorno seguro y afectuoso donde los/as NNA puedan comenzar a reconstruir su identidad, encontrar su voz y descubrir su valía. Y aquí la historia de vida es crucial, pues necesitan comprender todos los matices de lo que les ha sucedido y cómo les ha repercutido hasta la actualidad. Su historia de vida es mucho más que una simple narrativa de eventos pasados. Es un testimonio de sus experiencias, sus emociones, dificultades, sueños y sus temores. Es un reflejo de quiénes son y de cómo llegaron a serlo y de su capacidad de resistencia ante la adversidad. Por tanto, la herramienta de la “historia de vida” es esencial dentro de un AFE, como un instrumento básico para comenzar la recuperación de los eventos y situaciones traumáticos que han sufrido los NNA.

Al ingresar a su nuevo hogar, los/as NNA pueden encontrar un espacio seguro para comenzar a comprender su paso y compartiendo su historia pueden lograr reconocer emociones a las que no sabían poner nombre, para comenzar a procesar el dolor. Las madres y padres de acogida especializadas/os están capacitadas/os para escuchar con empatía, para validar sus experiencias del y para brindar el apoyo necesario en cada paso del camino. Es un proceso de introspección al ritmo que permite al NNA desarrollarse positivamente, ya que al conocer la historia de vida pueden adaptar su enfoque de crianza para satisfacer sus necesidades específicas. Un AFE busca ayudar a que el/la NNA encuentre un entorno seguro y de confianza, que le permita establecer relaciones significativas y desarrollar habilidades de afrontamiento saludables. Pero quizás lo más importante es que la historia de vida ofrece al NNA la oportunidad de comprender su pasado y afrontar mejor su momento actual. Les permite tener sensación de agencia y sentirse capaces de tener control sobre su entorno.

En resumen, el acogimiento familiar especializado es fundamental en la función reparadora para los/as NNA que han tenido un desarrollo traumático fruto de sus experiencias vitales negativas. La historia de vida se convierte en una herramienta poderosa en este proceso, proporcionando un medio para la sanación, la aceptación y el crecimiento emocional. Y aunque el camino hacia la curación puede ser largo y difícil, con el cuidado adecuado que proporciona una familia de acogimiento especializada las expectativas de rehabilitación del daño son muy altas.