Resiliencia es nuestra habilidad para afrontar los elementos adversos, una cualidad que viene determinada por características personales disponibles desde niños (inteligencia, personalidad…), así como por características familiares establecidas por las pautas de crianza y apego que proporcionen los padres o cuidadores y otras que nos aporta la comunidad (ambiente, escuela…) donde vivamos. 

De esta manera, la resiliencia se construye a través de las interacciones dentro del grupo y la sociedad en el que nos desarrollamos, modelando nuestras variables personales. Esta cualidad nos adapta a las demandas situacionales y a las contingencias del ambiente, poniendo en práctica nuestra capacidad de resolver problemas en función de las circunstancias. 

Hablar de resiliencia implica hablar de adversidad, porque para que desarrollemos la resiliencia, debemos enfrentarnos a una situación de riesgo que provoque el crecimiento personal. 

La resiliencia no es el resultado de sufrir un acontecimiento vital estresante, sino más bien el producto de la interacción de diferentes variables (aprendizaje de nuevas estrategias, crecimiento personal, capacidad de solución de problemas, iniciativa…) 

Resiliencia y vulnerabilidad son los dos extremos de un continuo en el que también hay que incluir variables como los estresores a los que nos tengamos que enfrentar y la capacidad de sobreponernos a ellos. Hay que tener además en cuenta que podemos tener resiliencia en áreas de nuestra vida que afrontamos con éxito, sin que esto sea garantía de que vaya a ocurrir lo mismo en otros contextos.  

Los profesionales que trabajamos con infancia y juventud observamos con frecuencia la capacidad de resiliencia que puede llegar a presentar los NNA al atravesar situaciones de alto riesgo psicosocial, mostrando capacidad de enfrentarse con éxito a la adversidad, incluso a pesar de los sistemas de apoyo deficitarios con los que cuentan. 

A pesar de haber logrado sobrevivir a sus circunstancias, los NNA del sistema de protección tienen su capacidad de resiliencia tocada, lo que puede perjudicar su trayectoria de vida futura en la adultez.  Desde el Acogimiento Familiar Especializado se ve a la familia de acogida como uno de los factores de apoyo principales con los que va a contar el nna para desarrollar su resiliencia futura, y como factor protector de la infancia que facilita el desarrollo de las competencias críticas en un contexto de acogimiento terapéutico reparador.  

Crecer en una familia de acogida proporciona a estos NNA autoeficacia, afecto positivo y autoestima, disminuyendo los factores de riesgo de desarrollar problemas de salud mental y de conducta. 

El contexto terapéutico de cuidados se va a establecer en un ambiente familiar estable, donde se desarrolla una relación armoniosa entre los acogedores, en el que el nna se siente querido y protegido, dentro de un contexto de normas y límites que le den estabilidad y coherencia. 

El niño acogido al potenciar su resiliencia, dando sentido a lo vivido, se caracterizará por poseer buenas capacidades cognitivas de resolución de problemas y de funcionamiento ejecutivo, y mejores habilidades para crear y mantener relaciones sociales, aumentando su capacidad de adaptación al entorno social. 

Desarrollar la resiliencia, a partir de las adversidades vividas, mejora la autoestima autoeficacia. Llegan a aprender que, a pesar de lo difíciles que puedan llegar a ser circunstancias, desarrollarán los recursos necesarios para afrontarlas, lo que puede devolverles una mayor confianza en sus capacidades, una mayor esperanza en su porvenir… y llegar hasta a destacar por su sentido del humor relativizador.  

“…Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tú no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma que penetró en ella. Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena”. Haruki Murakami 

de la Fe Rodríguez et al. (2015) Manual de promoción de la resiliencia infantil y adolescente. Editorial Pirámide.  

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