Seguramente a lo largo de las diferentes entradas de este blog hemos nombrado ya las diferencias que existen entre la adopción y el acogimiento. Cuando realizamos las sesiones de difusión es una de las primeras cuestiones que ponemos sobre la mesa: en el acogimiento, a diferencia de en la adopción, los niños y niñas tienen derecho a seguir teniendo contacto con su familia de origen. Por tanto, cuando nos hayamos decidido a realizar un acogimiento debemos tener claro que uno de los elementos de la intervención va a ser favorecer el contacto del chico o chica con su familia de origen. Es importante conocer también que uno de los grandes objetivos del sistema de protección y de las entidades que trabajan en el entorno del NNA acogido y su familia es la reunificación familiar. Quizá este objetivo final no se cumpla cuando la medida de acogimiento esté vigente, sino cuando el/la adolescente cumpla 18 años y finalice la medida de protección.
Desde el Servicio AFE en colaboración con el resto de entidades que trabajan en torno al niño/a y a este tipo de acogimiento, queremos que esta medida se cumpla únicamente bajo las mejores condiciones. Las familias deben aportar un entorno seguro y protector al NNA, y para que esto se cumpla, mientras el niño o niña se encuentre en acogimiento familiar especializado haremos un trabajo en paralelo con la familia de origen.
Son varios los desafíos a los que nos podemos enfrentar cuando hablamos de reunificación familiar. Cuando un chico o chica de nuestro servicio sale en acogimiento familiar, se realiza un programa de intervención en el que se proponen varios objetivos. Por un lado, lo que nuestra experiencia nos ha aportado es que la mayoría, sino todos, de los NNA que se encuentran en acogimiento, tienen un apego inseguro o desorganizado consecuencia de cómo se ha respondido a sus necesidades emocionales durante su primera infancia. Por tanto, uno de los objetivos que nos propondremos es construir un apego seguro en los NNA que se encuentran en acogimiento familiar especializado. La familia de acogida tendrá la labor, desde un inicio, de vincular con el chico o chica. Desde el servicio se ofrece a las familias de acogida un apoyo técnico, pero también una formación para acompañar todo el proceso de acogimiento. Las familias de origen también van a participar en todo este proceso: se les implica en la concreción de los objetivos a conseguir en el programa de intervención y participan también en sesiones de formación. Queremos empoderar a las familias, que se sientan parte de este proceso y que colaboren con nosotros. Vamos a ser aliados. Queremos que vayan adquiriendo estrategias para una parentalidad positiva y, en la medida de lo que podamos, orientarles hacia otros recursos con los que puedan cubrir otras necesidades básicas: formación, empleo, salud, etc.
Además, como ya hemos ido viendo a lo largo de nuestra andadura, en el AFE, especialmente en la modalidad de especial preparación, se realiza un programa de intervención con el objetivo de ayudar a los NNA a superar las vivencias negativas de su pasado que repercuten en su estado emocional y conductual actual. Para poder trabajar con la familia de origen y se involucren en todo este proceso, es necesario que hayamos hecho el trabajo anterior con ellos, hayamos vinculado también con ellos y se sientan parte de la intervención. Nuestro deseo es que durante el tiempo que dure el acogimiento familiar especializado tanto las familias de origen como los chicos y chicas que están en acogimiento logren alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto para que exista la posibilidad de que pueda haber una incorporación al núcleo familiar al finalizar el acogimiento.