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El Programa de Asistencia Psicológica te ofrece el boletín de Salud y Psicología, aportando información para mejorar la
calidad de vida tanto en el ámbito profesional como personal.
Las fases del choque Cultural
El choque cultural hace referencia al proceso de adaptación que
experimenta un individuo tras pasar de vivir en un ambiente
cultural que le es familiar, a otro donde las cosas son diferentes.
Existen cuatro fases en el proceso del choque cultural que se
utilizan como guía para entender este proceso.
Fase 1: Luna de miel
Emigrar supone nuevas oportunidades, conocer nuevas
personas y un mayor crecimiento personal. Cuando empezamos,
todo lo nuevo parece excitante.
Por supuesto, no todos experimentan esta fase, ya que en
muchas ocasiones, uno debe mudarse a un lugar donde no
desea hacerlo sólo por razones laborales, o para acompañar a su
pareja o algún familiar. De todas formas, se ha señalado la luna
de miel como una etapa muy normal que se da durante las
primeras semanas o meses desde que se llega al nuevo lugar.
Fase 2: Frustración
Si durante el primer tiempo todo pareció maravilloso, no es raro
que luego las cosas no parezcan tan geniales, y te vayas para el
otro extremo: ahora las costumbres del nuevo país resultan molestas, la gente no sabe conducir, no hay nada
interesante para hacer, y todo en casa era mejor.
Un aspecto que da problemas es que muchas personas pueden pensar que por cambiar de ambiente,
muchos problemas que tenían en su hogar o país natal van a desaparecer, lo que puede generar malestar ver
que no existen soluciones mágicas.
En muchas ocasiones, el tiempo ayuda, pero más aún lo hace ser proactivos: tener iniciativas para conocer
gente, tomar el vivir en otro país como una oportunidad para recorrer, hacer actividades o probar otras
comidas, por ejemplo.
Fase 3: Adaptación
Tras hacer nuevas amistades y conocidos, y tras ir generando una nueva rutina (seguramente incorporando
hábitos de la nueva cultura) podemos decir que se ha entrado en la fase de adaptación, donde uno comienza
a darle forma a lo que será su nueva vida, y puede valorar de una manera más objetiva los aspectos positivos
y negativos de este nuevo país. A su vez, también se puede apreciar el crecimiento personal, en relación al
desafío que ha significado el hecho de emigrar (donde uno sale de su zona de confort en búsqueda de algo
distinto).
Fase 4: Aceptación
Finalmente, se acepta la nueva vida, reconociendo que sentir nostalgia es algo inevitable, pero con lo que se
puede convivir. Es en este momento en el que la persona puede sentirse como parte de la nueva cultura, e
incorporarla a su propia identidad, sin dejar de lado su vida anterior.
Imagen: Pixabay
Basado en un artículo de Andrés Cohen
Programa de Asistencia Psicológica al Empleado